RETRATO ROBOT DEL VOTANTE DE PODEMOS

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La revista TIEMPO ha publicado en su número 1.732 un informe de la consultora Redondo & Asociados que realiza un exhaustivo estudio sobre los votantes de Podemos, tomando como base los resultados electorales del pasado 20 de diciembre, las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y 13.000 entrevistas propias realizadas durante las últimas semanas.

Curiosamente, cuanto más joven y formado está el votante, más apoya a Podemos. Así, por ejemplo, la formación morada es la más votada entre los nacidos entre 1974 y 1997, la generación de la democracia. El 19,5% de los que tienen menos de 41 años apoyan al partido de Pablo Iglesias.

Que los votantes de Podemos eran eminentemente jóvenes se podía sospechar, pero lo que no estaba tan claro eran sus apoyos entre los más maduros. En este sentido, el estudio constata que en la generación del desarrollismo (nacidos entre 1959 y 1973) es donde ahora mismo está la clave de la batalla de la izquierda: los datos dan la mayoría de los apoyos al PSOE (18,2%), pero la suma de los votantes de Podemos e IU es superior (18,4%).

Eso quiere decir que la alianza Podemos-IU es mayoritaria entre los menores de 56 años, algo que probablemente pocos sospechaban. Por el contrario, la penetración del mensaje de Podemos en las generaciones de la preguerra y la posguerra es muy inferior, siendo ahí mayoritarios los partidos tradicionales.

Si desagregamos los datos por franjas de edad más reducidas, el estudio revela que el mayor apoyo a Podemos se concentra entre los votantes de 20 a 29 años (21,5%), y que también es la opción preferida de los menores de 39 y, por supuesto, de los menores de 20. Si se le suman los votantes de IU, el bloque también es el primero entre los que tienen entre 40 y 49 años.

Ciudadanos tiene un comportamiento parecido y provoca más adhesiones entre los más jóvenes, siendo la segunda opción preferida de todos los que tienen menos de 49 años. Sin embargo, su mayor porcentaje de votantes lo obtiene en la franja de los 30 a los 39 años (17,4%), mientras que Podemos lo hace en el bloque inferior (de 20 a 29 años). En la franja de los que tienen entre 50 y 59 años arrasa el Partido Socialista con el 20,7% de los apoyos, mientras que el Partido Popular es claramente mayoritario a partir de los 60 años.

Según el nivel de estudios, el informe demuestra que, a mayor nivel de educación, mayor apoyo a los partidos emergentes. Así, Podemos obtiene el apoyo del 17,7% de los votantes con estudios superiores, solo por detrás de Ciudadanos (18,7%) y muy lejos del PSOE (11,3%).

Podemos es la primera preferencia entre los votantes con estudios de Formación Profesional (FP) y, junto a IU, también entre los que han llegado a la segunda etapa de la educación secundaria. Por el contrario, el PSOE es líder entre los que han estudiado hasta la primera etapa y entre los que no tienen estudios, mientras que el PP gana entre los que se quedaron en primaria.

Resulta especialmente curiosa la escasa penetración de Podemos entre la capa menos formada de la sociedad: apenas le apoya un 5,9% de los votantes sin estudios. Por el contrario, ahí el PSOE está muy fuerte: el 32,5% le respalda.

En función de la situación laboral de los electores, los datos no son tan concluyentes. Se sospechaba, como demuestra el estudio, que el PP es mayoritario entre los jubilados y los pensionistas, pero lo que no estaba tan claro es que Ciudadanos es la opción preferida de los que tienen un trabajo (17,4%), si bien la suma de Podemos e IU les deja por delante de la formación naranja.

El colectivo de los parados se comporta de manera diferente en función de su edad. Así, entre los que están en paro pero han trabajado antes la opción favorita es el PSOE (22,4%), aunque el bloque Podemos-IU le supera. Y entre los que están parados porque están buscando su primer empleo no hay ninguna duda: el 22,4% son fieles a Podemos, como también les ocurre a los estudiantes (21,7%).

Entre las amas de casa la primera opción es el PSOE (18,9%) seguido del PP (18,6%) y lejos del 13,7% de Podemos. Por mucho que las personas que trabajan en el hogar tengan fama de ver bastante la televisión y que el partido morado base buena parte de su campaña en la pequeña pantalla, no parece que de momento las amas de casa hayan quedado impresionadas por los encantos de Pablo Iglesias.

Y luego está la batalla ideológica, que es donde más descarnadamente se ve cómo es el votante de Podemos. Así, esta formación es mayoritaria entre los que se consideran a sí mismos comunistas (48,3%), ecologistas (31,7%), progresistas (27,6%) y feministas (24,9%). El PSOE solo gana entre los que se consideran socialistas (63,5%) y socialdemócratas (31,5%), Ciudadanos se impone entre los liberales (24,3%) y los apolíticos (13,2%) y el PP entre los democratacristianos (49,4%) y los conservadores (62,2%).
Resulta reseñable el hecho de que el PSOE sea la tercera fuerza, por detrás de Podemos y Ciudadanos, entre los que se consideran progresistas, una etiqueta que siempre había monopolizado la formación de Pedro Sánchez. Y lo mismo ocurre entre los ecologistas, que prefieren los dos partidos nuevos antes que los viejos.

Si desagregamos los datos en función de la autoubicación ideológica, es decir, dónde se colocan los votantes en una escala de 1 a 10 donde el 1 sería la extrema izquierda y el 10 la extrema derecha, ahí las sorpresas son menores.

Así, Podemos monopoliza el 1 y el 2, y junto a IU también gana entre los que se sitúan en el 3, pero pierde claramente el 4 a favor del PSOE, que es donde los socialistas tienen más tirón. El 5, lógicamente, es el bloque más repartido, aunque ahí gana Ciudadanos (21,3%). Y del 6 al 10 es territorio del PP, que cuanto más se avanza en la escala más apoyos recaba.

Respecto a las preferencias de los votantes sobre la organización territorial de España hay pocas novedades. El PP es mayoritario entre los que quieren un Gobierno central sin autonomías o comunidades con menos capacidad de gestión, mientras que el PSOE gana entre los que prefieren mantener el sistema como está y Podemos se impone entre los que quieren una mayor autonomía de las regiones. E incluso el 24,3% de los votantes que quieren que su comunidad se independice votan por Podemos.

Sin embargo, si se analizan los datos desagregados por partidos se ve algo curioso: una mayoría de los votantes de Podemos prefiere que el sistema territorial se mantenga como está (31,6%), mientras que el 26,6% aboga por una mayor descentralización y el 18,5% se declara partidario de eliminar las autonomías o de restarles poder. Y si se tienen en cuenta las diferentes confluencias de izquierdas, el único territorio donde ganan los independentistas entre los votantes de Podemos es en Cataluña, donde el 37,6% no quieren seguir con España, si bien el 36,9% quiere más autonomía y el 15,6%, dejar las cosas como están.
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